Al llegar al Valle de Zambeze, fuimos recibidos por unas personas un tanto particulares; eran las personas de la tribu Vadoma, quienes presentan una notable deformación en los pies.
Yo estaba algo sorprendida pues nunca había visto algo como eso; estos hombre tienen solo dos dedos y sus pies parecen los de un ave.
A pesar de tener esta mal formación, no dejen de ser gentiles personas que tratan de entender nuestro idioma y compartir con nosotros todo lo posible.
Nos mostraron el lugar, sus viviendas y hasta la agilidad que tienen para trepar árboles.
Su comida, a pesar de ser algo primitiva, no estuvo nada mal; aunque me dio algo de lastima ver como sacrificaban a aquel cordero por nuestra llegada.
Nos hacían bromas y siempre hablaban con nosotros, y hasta los más pequeños son muy gentiles y amorosos; ellos también tienen sus piecitos con dos dedos y caminas un poco raro.
Estuvieron contándonos que tal condición se debe a sus ancestros y que ha sido traspasado de generación en generación.
Fue único compartir con gente tan maravillosa y única.
Atentamente,
Laura Douglas.
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